20.1.09

Sombra


Sólo somos sombra... de lo que fuimos o de lo que seremos.
El presente no existe:
somos un cúmulo de historias pasadas con un ferviente apetito de mejorar lo pasado.

El presente deja de ser presente cuando lo nombras y se convierte en pasado. Pero ¿quién puede asegurarte que el futuro que planeas alguna vez será tu presente? No des por supuesto que ocurrirá algo por muy evidente que sea, porque realmente nadie sabe qué va a pasar.

Esta constante duda es la que me ha estado torturando esta semana. Y hoy más que nunca he sido consciente del poco tiempo que tenemos y de lo poco que podemos confiar en el futuro y en que nuestros planes -y ya ni hablo de los sueños- se realicen.

Porque sólo somos sombra.

8.1.09


Cerraba mis noches con sus manos frías. Un roce era más que suficiente para un viaje astral. “La constelación de tus lunares...” susurraba, y sus dedos saltaban de estrella en estrella estremeciéndome.

Escuchar su respiración entrecortada, notar su aliento cubriendo mi cuello. Ver su boca entreabierta, o cuando se mordía el labio de placer, con sus ojos siempre fijos en los míos...

Me gustaba dormir acurrucada bajo sus costillas y notar su respiración, que me abrazase la cabeza... Y cuando se dormía le tapaba el ombligo para que ninguna bruja malvada le sorbiese el alma.

Ya no hay más él porque el tiempo se lo ha llevado, pero dejó huella en mí y eso es lo que verdaderamente importa. Espero que yo tampoco haya caído en el olvido.